Sobre nosotras
Conoce la historia, los principios, la misión y la
visión de la Tribuna de Mujeres Gladys Lanza.
Cuando el Estado NO sanciona a los femicidas, se vuelve cómplice.
La Tribuna de Mujeres Contra los Femicidios Gladys Lanza (TMCF-GL) surge en el 2008 como un plataforma de articulación de organizaciones de mujeres feministas, que lucha por el derecho a una vida libre de violencias para las mujeres hondureñas.
Unidas para elevar la voz y generar movimientos más amplios de apoyo, denuncia y demanda ante instancias nacionales e internacionales, frente a la indiferencia por la inoperancia del Estado de Honduras para investigar y condenar a los responsables de los crecientes crímenes contra las mujeres.
Integrantes
- Colectiva de Mujeres Hondureñas, CODEMUH
- Movimiento de Mujeres por la paz Visitación Padilla
- Coordinadora De Mujeres Campesinas De La Paz
COMUCAP - Asociación Calidad de Vida
- Organización Intibucana de Mujeres Las Hormigas
- Asociación de apoyo mutuo entre mujeres – Honduras –
APOMUH
Visión
Honduras, un país donde las mujeres
vivimos liberadas y sin miedo.
Misión
Trabajar para transformar las relaciones de
poder dominante y así eliminar la violencia
femicida.
Prioridades estratégicas
Una efectiva función garante de derechos por parte del Estado.
Un efectivo acceso a la justicia.
Una respuesta institucional respetuosa y digna.
Principios y valores
En la Tribuna de Mujeres Gladys Lanza, el feminismo es nuestra doctrina política y para conducir nuestro accionar, se articula a esta perspectiva un sistema de principios y valores fundamentales.
1. Principio de vida
Es el principio fundamental de nuestra organización. La Tribuna está comprometida con la vida de las mujeres, por eso luchamos en contra de la violencia femicida.
A razón de este principio, el valor que orienta nuestras acciones es el convencimiento de que todas las mujeres tenemos derecho a una vida en libertad y sin miedo
2. Principio de liberación o emancipación de las mujeres
La liberación de las mujeres es un principio fundamental como experiencia opuesta a la dominación y opresión; significa para nosotras la realización de nuestra libertad individual y emancipación, tanto en lo personal como lo colectivo. Este principio da sentido a nuestro ideal de transformación estructural del Estado hondureño, como única vía posible para la igualdad.
La liberación o emancipación de las mujeres significa eliminar las imposiciones histórico-sociales, representadas en una constelación de prejuicios y limitaciones, para que puedan gozar de iguales derechos que el hombre, sin discriminación y con total libertad. El poder de decisión de las mujeres conducirá a nuestra autodeterminación y autonomía, valores clave de su liberación.
3. Principio de igualdad
La Tribuna, tiene el principio de igualdad como un elemento clave de la transformación social, cultural y política que hace realidad el ejercicio pleno de los derechos para las mujeres. Como valor central de este principio, nos rige la idea de que todas las personas somos iguales en derechos y a la vez diversas como seres únicos e irrepetibles.
Asumimos un compromiso con el respeto a las diferencias como un valor que, en su más amplia expresión, comprende la diversidad sexual, identitaria, étnica, de género, cultural, y otras que definen a las mujeres, para su plena inclusión en igualdad de condiciones en todos los espacios públicos y privados de la sociedad.
4. Principio de sororidad
La sororidad es un principio de acción política deliberada para construir alianzas prácticas y estratégicas entre mujeres que llevan transformar el sistema de opresión, discriminación y violencias en nuestra contra.
Consideramos necesario dar paso a la complicidad política entre mujeres, como un valor estratégico para deconstruir la enemistad histórica impuesta por el patriarcado y actuar juntas en función de nuestros intereses prácticos y estratégicos.
5. Principio de democracia feminista
La democracia como un principio reivindicador del papel de las mujeres en la constitución de un Estado incluyente, igualitario, equitativo y justo, por tanto considera que, para que sea democracia tiene que ser feminista. Puesto que solamente desde una visión política feminista es posible superar las limitaciones que entrañan los modelos de democracias liberales y sociales que han reproducido y recrudecido la opresión y violencia contra las mujeres.
En esa visión política, es necesario incorporar nuevas concepciones y prácticas a fin de garantizar la inclusión de las mujeres, atender sus exigencias, expectativas y necesidades específicas.
La Democracia sin las mujeres no es democracia. Como valores de este principio tenemos, el diálogo político y la complicidad entre mujeres que, en una reflexión deliberada, son herramientas clave necesarias para deconstruir y remontar escenarios de poder y asumir la autonomía como proyecto liberador. Estamos convencidas que la democracia feminista impone cambios estructurales y supone el ejercicio de valores como la inclusión política en el ejercicio del poder y la toma de decisiones, exigiendo una reestructuración de espacios y procesos de representación.